Los desmemoriados (hipócritas uno)
A que tiempos aquellos en que una muchedumbre casi todos vestidos de blanco salieron a una marcha, según una marcha contra la delincuencia, en esos días muchos comunicadores incentivaron tanto como en estos días la participación ciudadana. –Ya estamos hartos- Decían la mayoría de ellos en sus programas de radio y televisión, no había mesura y la chusma que escuchaba la radio y veía la televisión, pensaba cual títere que tenían razón y por fin alguien se preocupaba por ellos.
Una cobertura de todos los medio ese domingo de la marcha anunciaba el éxito de la manifestación e intimidaban al gobierno a dar resultados pronto. Me acordé de cuando mataron al “Estanley” y los del canal trece pedían por la renuncia de Cuauhtemoc, el exgobernador de esta capital. La gente ese día estaba aterrada y mi suegra ni fue al mercado por la inseguridad reinante… Chale.
Esos tiempos han vuelto y parece que con más fuerza, lo que me parece ridículo es que en un clima de aparente sinergia ciudadana los medios hacen esfuerzos por buscar llamar la atención y tener entre su audiencia a dóciles borregos capaces de no recordar el pasado… Me explico: En las leyes de justicia Mexicanas existen recovecos capaces de derribar cualquier juicio aparentemente bien sustentado, todo ello por corrupción, compadrazgo, apatía, salarios bajos, y un buen de pretextos que contribuyen para otorgar primero la libertad por caución o segundo determinar improcedente un juicio, por el más mínimo error por del policía, la PGR, la fiscalía y hasta jueces y magistrados. Para muestra estas preciosidades. Recuerdas a ¿Jorge Lanquenau? ¿Cabal Peniche? ¿El divino? ¿Raúl Salinas y sus cuates Pablo Escobar y Amado Carrillo? ¿Mario Villanueva? Entre los delincuentes de estos días tenemos al Pederasta Mario Marín, Al asesino Ulises Ruiz… Gobernadores y Presidentes involucrados con el narcotráfico, Legisladores involucrados en trafico de influencias, asesinato y capaces de vender su voto en contra de los beneficios para nuestro país, gobiernos que controla la libertad de expresión, iglesias y ritos que roba a unos necesitados de fé y esperanza. Corrupción en las dependencias de policía… Al final todos somos ciudadanos, Ciudadanos que con mordida verifican el automóvil, ciudadanos que tiran basura en la calle, ciudadanos que descuidan a sus hijos y peor justifican los grafittis de sus hijos, ciudadanos que no limpian las cacas de sus perros en los espacios verdes de todos, ciudadanos que han perdido la memoria de sus obligaciones éticas y civiles… ciudadanos que duermen, comen, trabajan y ven televisión. Pero eso si, con el derecho de marchar y manifestarse.
viernes, 31 de octubre de 2008
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